La música de México debe a multitud de filarmónicos extranjeros una serie de valiosas aportaciones que deben ser reconocidas por todos los mexicanos sin deplorable xenofobia. Uno de estos filarmónicos llegados de tierras lejanas fue Laszlo Frater Hartig, originario de Budapest, Hungría donde nació en 1948, pero llegado a México en 1976 para trabajar como violonchelista en la Orquesta Sinfónica del Estado de México. Dedicado al violonchelo desde edad temprana --pues en la familia contaba con ejecutantes del instrumento-- estudió con maestros locales. Más tarde emigró a Alemania donde ingresó al Conservatorio de Frankfurt. Siendo aún estudiante ganó un premio de Juventudes Musicales cuando tenía doce años. Su temprano triunfo le valió conocer y estudiar un año con el legendario Pau Casals en Francia. A su regreso a Frankfurt completó sus estudios hasta conseguir una maestría. Más tarde su ejecución violonchelística llamó la atención de su paisano Janos Starker, otro de los colosos del instrumento. Con él estudió en la escuela de música de la Universidad de Indiana, en Bloomington. Laszlo Frater llegó a México contratado por la Orquesta Sinfónica del Estado de México que entonces encabezaba Enrique Bátiz. Permaneció en ella actuando siempre con gran solvencia musical e impulsando los proyectos de renovación y proyección de la orquesta que representaban un crecimiento artístico de la institución y el ensanchamiento del número de asistentes a los conciertos. En 1988 fue distinguido por el gobierno de México con la Condecoración del Águila Azteca, galardón con el que nuestro país reconoce los servicios de los extranjeros realizados en bien de México. Su distinción le valió que fuese nombrado asesor cultural en el gobierno del Estado de México. Durante el periodo de Ignacio Pichardo Pagaza como gobernador sustituto de la entidad mexiquense se convocó a un grupo de expertos para estudiar la propuesta que condujo a la creación del Conservatorio de Música del Estado de México. El primer director de la nueva institución fue Laszlo Frater. Era 1991. El maestro dirigió el Conservatorio hasta 2018. Como en Europa, fue un director de larga ejecutoria. El Conservatorio creció y prosperó con la gestión estricta y de gran celo de su director, que encontró aquí su verdadera vocación, sin perjucio del ejercicio de su actividad como concertista y como enseñante de su instrumento. Laszlo Frater, húgaro de nacimiento y tolucense por decisión personal, falleció el 2 de junio de 2020.